Día de cansancio, de café a todo correr y de entrar en el Kursaal con el pelo aún mojado de la ducha resucitadora de las 7 de la mañana.
Voy a ver La consagración de la primavera, tercer largometraje del interesantísimo Fernando Franco, autor de la estupenda 'La Herida' o 'Morir'. Película de temática arriesgada, como todo lo que el director suele tratar. En este caso nos cuenta una fantástica búsqueda de la identidad sexual, que de por medio plantea cosas como la asistencia sexual a personas con diversidad funcional. Una exploración virtuosa por su grandísimo tratamiento formal y psicológico, sitúa su narración en un lugar concreto y deja huecos en el guión para que el debate y la confrontación de ideas surja. La exploración de la sexualidad es el hilo central, donde un desarrollo minucioso entre silencios y momentos de soledad termina de situar a su personaje principal. Las cosas se quedan abiertas, aunque creo que la intencionalidad va buscando esa ambigüedad constantemente. Cine humanista, del que trata cosas tan interesantes como ocultas en nuestra sociedad. Una maravilla total.
Película brillante la de hoy a la mañana, me interesa mucho asi que me paso por la rueda de prensa y descubro que el equipo de la peli también son buenísima gente. Voy corriendo a la próxima sesión.
Laura Mora Ortega, que debutó en San Sebastián con la interesante 'Matar a Jesús', entra esta vez en la Sección Oficial. Los reyes del mundo es ambiciosa y a su vez una película que habla de volver a la tierra prometida, del desamparo juvenil y la violencia de la tierra colombiana. Una historia de fantasmas y de monstruos que funciona muy bien, pero que peca de experimental en algunos momentos, difuminando sin mucho sentido la claridad de su viaje. Laura Mora rueda desde la naturalidad, desde la inocencia y así saca todo el jugo necesario a sus actores, pero al igual que su tono refleja bien lo que quiere, parece que no confía del todo en su particular narración y verbaliza algunas cuestiones que se intuyen en las imágenes. Una experiencia inmersiva, que intenta ser más compleja de lo que es aunque no vaya más allá de lo que cuenta, pero aún así consigue tener una sensibilidad especial y acierta en ese tono de ensoñación. También ha mejorado notablemente su puesta en escena, lo cual se agradece después de la "típica" dirección novel de su anterior película.
Me he animado de nuevo a ir a la rueda de prensa, esta vez por ver a los chicos protagonistas. Interesante, aunque no me ha aportado mucho a lo ya visto. He decidido ir a comer y he probado el peor pollo al limón de mi vida.
Turno de Marco Martins. Exploré su cine para conocer su estilo y di con 'Alice' que es el ejemplo perfecto de director con personalidad. Great Yarmouth - Provisional Figures es una película ambiciosa, heredera del cine social de Ken Loach y con toques de la poética de Pedro Costa. Un retrato oscuro y terrorífico de la vida migrante y la explotación laboral, las promesas que se diluyen en las horas y la vida miserable en la que parece moverse toda su narración hacen que sea de gran dureza. Muy buena decisión también mostrar la migración de la propia Europa, en este caso Portugal - Reino Unido en pleno brexit que hacen que el lugar Great Yarmouth, anteriormente rico, sea uno de los sitios más pobres del país. Prácticamente un ghetto en sus afueras. Martins hace surgir belleza poética de sus imágenes, que recorren los personajes y sus mentes de forma arrebatadora. La atmósfera está cargada, se siente espesa y difícil de transitar. Aunque su gran talento es la increíble forma de sintetizar tantos temas en tan poco tiempo. Sangre y mierda, una película que exige al espectador el máximo posible pero recompensa con creces.
Vuelvo a la rueda de prensa, me interesa mucho lo que pueda decirme Martins pero como soy un desgraciado se me olvidan los cascos para la traducción. Ahí estaba, mirando cómo habla portugués y intentando entender alguna palabra.
El genial director Sebastián Lelio autor de la maravillosa 'Gloria' y la buenísima 'Una mujer fantástica', que ganó el Oscar a mejor película extranjera, presenta nueva película en Sección Oficial. The Wonder es una producción original de Netflix con Florence Pugh como alma total de la película. Un misterio religioso que comienza de forma osada marcando los límites y los marcos entre realidad y ficción. Su hincapié en el poder de los cuentos y las fábulas convierte a su mirada hacia la fe ciega en un ejercicio de misterio sólido, pero que se va desinflando con el paso de los minutos hasta sonar casi como un chiste que da algo de vergüenza. Lelio se apoya totalmente en Pugh, en el entorno como representación de esa lejanía inalcanzable en la que parece situarse, la distancia se marca para delimitar las ideas de ambos lados de la narración: los que creen y los que no. No logra ser nada, con el tiempo lo interesante se vuelve repetitivo y lo que se cuenta algo ridículo, no consigue esa fuerza que espera del relato, que como tal lo afronta de forma algo cobarde. Al final casi parece una broma, eso también viene dado de que su comienzo es desde una mirada meta, y su final es un poco de carcajada por darte cuenta lo mal que encaja. Fotografía impecable, muy académica y de contrastes, pero un guion e historia que me resultan olvidables.
Poco tiempo para cenar asi que una hamburguesa y a ver a mi queridísimo Cronenberg, que seguro que es guapísimo.
El maestro David Cronenberg, autor de múltiples obras maestras como 'Crash', 'El Almuerzo Desnudo' o 'Videodrome' recibe hoy el premio Donostia a su carrera presenta su nueva obra maestra, Crimes of the future. Una película donde el cuerpo evoluciona por encima de nuestras capacidades, donde la simbiosis entre arte y sexo culmina en la inevitable existencia de no-humanos. La presencia de la nueva carne del maestro David Cronenberg está más viva que nunca, mostrando el horror corporal en clave de noir extremo. La obra de Cronenberg más cercana a las obsesiones tratadas en Crash, con una mezcla orgánica inevitable que juega en los límites del racionalismo. La operación como la nueva herramienta de estimulación y la modificación como la moda artística más en auge. Tiene momentos absolutamente impactantes. El concepto metafísico que trata, su divagación sobre cuál puede ser el próximo paso para el humano, es una clase de filosofía. El acercamiento psico-sexual constante, el mundo onírico en el que deambulan y los pasos de gigante que consigue dar Cronenberg en sus elipsis. Un juego terrorífico, sensual que te arrastra por el hormigón y que se desarrolla en interiores fríos y ocultos como esos crecientes órganos que deciden eliminar como trabajo artístico. Deslumbrante, de nuevo sin más opción que aceptar el futuro. Surgery is the new sex.
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