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Señales: Igual sí que estábamos locos

Por Joaquim Albert

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Carreguí Tel

 

Shyamalan plantea una trama donde la única función de los alienígenas, narrativa y argumentalmente, es servir para que los arcos de personaje progresen y se desarrollen hasta una conclusión satisfactoria. Todos los hechos y eventos que suceden tanto durante la película como en su intrahistoria están hechos para concluir en sus reflexiones y mensajes finales, encajando así perfectamente. Según unas citas que circulan por internet (sin fuente fiable acreditada) del mismo productor de la película, Frank Marshall, la película “realmente trata sobre emociones humanas puestas en movimiento por un hecho sobrenatural”, sean o no estas sus declaraciones verídicas, definen bastante bien lo que estoy tratando de decir. Si “sobrenatural” es un término apropiado para el descubrimiento de que hay más vida inteligente, ese ya es otro tema. Pero que esto resulta en una cinta enormemente efectiva queda demostrado al ver las estadísticas mayormente positivas de su recepción. En mi caso particular, lo que consigue es que ni me interesen sus personajes, porque no me creo para nada que actúen así, ni me interese su argumento, porque me parece aún más absurdo.

 

Los visitantes no parecen intentar establecer contacto directo. Tampoco parecen organizados, ni siquiera beligerantes. Simplemente están por ahí, dejan una señal de saludo antes de llegar y cuando lo hacen parecen más solos y asustados que las personas. Y es que, si yo viera un bicho de dos metros aparentemente desnudo con esas pintas de CGI barato también entraría en pánico. Para una raza que presumiblemente ha descubierto cómo viajar entre estrellas, no van muy armados ni protegidos. Incluso el único que en la secuencia final hace algo "violento" está desesperado, se encuentra solo en un ambiente hostil, y aun teniendo la oportunidad, no hace daño al hijo de Mel Gibson. Más bien parece aceptar su final. Tampoco vemos naves ni ninguna tecnología, así que, yo que sé, portales, chamanismo, magia verde, vete tú a saber cómo han llegado y por qué. Desde luego nadie parece preguntarse demasiado más allá del superpoder de los gorros de aluminio.

 

De lo que no queda duda es de nuestra respuesta como especie: miedo, belicismo, pavor ante lo desconocido. Qué más da que hayamos descubierto otra forma de vida inteligente (¡y humanoide!), resolviendo de una vez por todas las dudas sobre el excepcionalismo de la tierra y su vida. Qué más da que no haya signos de agresión de beligerancia, de malas intenciones, qué más da que lo primero que hayan intentado sea comunicarse con nosotros. Volvemos a la fe, a lo conocido (que no comprendido ni razonado), al chovinismo de lo propio, a la comodidad de las viejas respuestas, al excepcionalismo dador de sentido.

 

¿Pero y si le damos una vuelta de tuerca y pasamos de pensar como humanos a pensar como los pieles verdes?, ¿y si esta raza alienígena solo venía buscando un refugio? Como una diáspora desorganizada que va a parar a un planeta potencialmente mortal porque no tiene a donde ir, y aunque no quiere hacer daño y no saben comunicarse van a la desesperada ¿Y si los malvados temerosos de lo desconocido somos nosotros?. ¿Y si esos alienígenas solo intentaban establecer contacto, o refugiarse, si estaban más perdidos que nosotros, pero tenían más valor o necesidad de buscar otros mundos?.

Para mi esta forma de abordar la película la vuelve mucho más interesante, de repente se abren una infinidad de capas de reflexión sobre el ser humano y su lugar en el universo. Abandonar la visión asustada y encerrada en sí misma de los que se aíslan vuelve una supuesta verdad evidente en una infinitud de temas vibrantes. Aunque vamos a romper una lanza en favor de la familia de Mel Gibson, porque si algo nos ha enseñado Mars Attack es que si una raza alienígena deforme y verde nos conociera, inmediatamente intentaría exterminarnos y reducirnos a cenizas (¿aunque cómo culparlos, eh von Trier?).

 

Al final todo esto es especulación y probablemente Shyamalan ni se lo plantease. Pero ¿a quién le importa su opinión?, así por lo menos podemos tener una visión de los extraterrestres interesante.

 

 

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