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The Master: La dependencia mutua de dos dementes

Por Jon Sanchez Molina


The Master es una de las cintas más notorias del maestro californiano Paul Thomas Anderson. Una película que nos transporta a los años 50, tras la segunda guerra mundial. Nuestro protagonista es Freddie Quell (Joaquin Phoenix) un veterano de guerra perturbado y autodestructivo que intenta adaptarse a una sociedad de posguerra. Un hombre que solo piensa en el sexo y en el alcohol y que va dando saltos de un trabajo en otro sin conseguir adaptarse a los mismos, hasta que en una de su huidas entra en un barco que le cambiara la vida.



Nos encontramos en terreno farragoso, una obra que juega con la mente de Freddie Quell en la que se teje casi todo lo que vemos. Ese barco es el detonante del nuevo rumbo de su vida, pues se topa con un misterioso hombre, Lancaster Dodd (Phillip Seymour Hoffman). El primer choque entre ellos sucede en una entrevista, Dodd avasalla a Quell para ver quién es realmente y cómo se comporta en situaciones extrañas. Aquí se ve como un hombre de aparente poder manipula la mente enferma de Quell con falsas esperanzas, Quell es un hombre que necesita una familia y Dodd se la da. A cambio de eso Dodd utilizara a Quell como un experimento, se vuelve un conejillo de indias para mostrar que sus métodos pueden convertir a un hombre perturbado en alguien totalmente sano, y así esconder las contradicciones que manifiesta.



Al final nos damos cuenta de que ambos personajes son iguales, en su diferencia los dos son dependientes el uno del otro. Ambos se necesitan mutuamente para sentirse realizados, en cierta forma, se aman y se odian a partes iguales. Cuando Quell entra del todo en La Causa (nombre de la secta religiosa) se empiezan a entrever cuales son los cimientos de todo, donde al lado de todo líder hay una mujer que teje los hilos, Peggy Dodd (Amy Adams)  juega el papel de la discordia en un lugar lleno de egos, siendo algo más que la mujer y mano derecha del maestro. Peggy es la que lleva todos los códigos de esa hermética secta y odia a Quell por lo que supone para Dodd y para La Causa.


Quell entra en la familia y todo parece ir bien, se muestran los métodos que utiliza Dodd para atraer fieles a su doctrina. Se ve el poder que tienen algunos para acercar y cautivar a otros, el poder de influencia que tenemos para ser casi unos lacayos de una causa en la que sin darnos cuenta estamos metidos. Lo que comienza en una amistad de personas desconfiadas se torna en una dependencia mutua y confianza plena, se muestran los problemas para Dodd y inconscientemente Quell como un pequeño soldado ataca a los que van en su contra. Anderson muestra cómo el poder de persuasión hace que una persona como Quell actúe de forma totalmente histérica a favor de otro. 



La relación destructiva de ambos empieza a perjudicar a La Causa y por ende debe acabar ahí. Quell era el desahogo de Dodd y Dodd era la estabilidad de Quell, en la relación no salía nadie ganando y sobre todo perdía La Causa con los ataques violentos y la presencia de Quell. 


El duelo interior que hay en cada personaje es lo que necesitamos desentrañar, el laberíntico pensamiento de ambos protagonistas es cambiante y estimulante. Cada espectador puede tener un idea de lo que ronda en sus cabezas en los momentos clave, pues las elipsis que utiliza Anderson dan pie a ello. Yo tengo claro que la dependencia crea en ambos un estado de estimulación constante, los dos se ayudan y se dejan. Cuando Quell huye, Dodd se lo da todo en bandeja, un lugar solitario y una moto.



Por tanto lo que Anderson nos narra es el cuándo y el cómo surgen las sectas. En un momento donde la guerra ha dejado huella y tan solo queda refugiarse en el sexo y el alcohol, personajes como Quell utilizan las sectas como refugio. Había mucha gente que no tenía a que aferrarse, y un predicador o maestro, como le llaman aquí, era el detonante para que toda esa gente que necesitaba de alguna motivación para ser alguien la encontrasen. Una persona que promete curar tus males y que habla y se contradice completamente mientras los demás lo ven como su única puerta al mundo, eso es The Master. Una película que muestra a una secta similar a la religión por el hecho de darte algo mejor ante tu situación actual. Como dicen en su conversación final, si alguien consigue vivir sin estar bajo el yugo de nadie que lo diga, por que seria la primera persona del mundo en lograrlo.




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