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Alekséi Balabánov (AFF2020)

 

Alekséi Balabánov

Con motivo del 10º aniversario del Atlanta Film Festival, en Filmin se ha hecho una visión retrospectiva a la obra del enfant terrible ruso Alekséi Balabánov (1959-2013). Este es hijo de la caída del muro de Berlín y, por tanto, de la URSS, pero también heredero de las nuevas formas cinematográficas procedentes del indie americano de los años 90. Así, Balabánov aborda la occidentalización de Rusia por medio de las historias violentas, donde suelen ser habituales los gánsteres, y en la que la música popular impregna y mitifica las imágenes. Por ello, es un director controvertido que se ha ganado su popularidad a través de la violencia salvaje, el sufrimiento, el crimen y la suciedad. Como anécdota ilustrativa de este autor, decir que antes de morir, tenía planeado hacer una película protagonizada por Stalin como capo de la mafia.

Así, en el presente artículo hemos buscado hablar de sus cinco películas más recomendables:

 

 

 

Brother (1997)

La obra es la que lanzó a Balabánov al estrellato, dominando la taquilla en Rusia. Se trata de una obra de criminales donde un exmilitar se convierte en gánster al llegar a Moscú en la búsqueda de su hermano. Cuenta con referentes claros como Pulp Fiction (1994) de Tarantino y Chungking Express (1994) de Kar-wai, en el trato de la música y la violencia, siendo una de sus obras en las que se hace más patente la occidentalización de Rusia. En ella, los personajes pasan a comportarse como los de las películas americanas, adaptándose también a las tendencias que provienen de EE. UU.

Brother flojea en la ejecución de los diálogos en los cuales intenta sujetarse, pero en ocasiones consigue entablar escenas donde reina la confusión y la violencia, creando así secuencias realmente divertidas y disparatadas. Las imágenes, pulcras, contrastan con el contenido sucio, creando una sensación malsana entre la estabilidad apolínea y la visceralidad, que dotan a la obra de una atmosfera que sujeta su inestable guion.



Of freaks and men (1998)

Yohan y Víctor, pertenecientes a la industria del erotismo y la pornografía, irrumpen en las familias burguesas desestructurándolas, haciendo así añicos sus valores mediante la incitación a que afloren sus deseos sumergidos. Si decíamos que Brother tenía una estética y contenido contrastados, Of freaks and men, se recrea en una distancia todavía mayor. El conjunto de los colores ocres poco contrastados, la composición geométrica y relajada, las actuaciones esperpénticas de los actores más cercanas a las del cine mudo, y las acciones obscenas y violentas, crean una visión del ser humano como extraño en el mundo. Este mundo es la serenidad, la armonía y la fluidez, en la que habita lo corrupto y horroroso.    



The river (2002)

Una pequeña joya de la duración de un mediometraje, en la que la tragedia se hace presente en una pequeña aldea de leprosos de Alaska. Esta, muestra un malestar trágico, creado por la enfermedad, la falta de recursos y las acciones externas, que evolucionan a la tragedia física, a la violencia y a la venganza. La falta de aptitudes de convivencia, los celos, el miedo y el odio, se suman a la fatalidad de haber nacido en un lugar sin los recursos primarios básicos.

Una característica curiosa de la cinta es que los actores hablan en el lenguaje local, y Balabánov rueda por encima la voz en ruso que es la misma para todos los personajes, creando así la sensación de estar viendo un documental, creando un gran contraste con la estética trabajada de las producciones cinematográficas.



Cargo 200 (2007)

Situada a finales de la URSS, Cargo 200 narra la historia de una joven que, tras irse con un chico que conoce en una discoteca a una casa donde venden alcohol de contrabando, es raptada por uno de los hombres que se encuentran allí. Se trata de una adaptación de Santuario de Faulkner no acreditada. En ella Balabánov le atribuye el carácter de corruptas a las instituciones, por encima de la visión de Faulkner de la deshumanización de la ley y su incapacidad.

Esta es la cinta del ruso que más se regodea en la crueldad y la violencia, capaz de competir en este aspecto con Irreversible de Gaspar Noé. El mal se muestra de forma progresiva, llegando muy alto, con una atmosfera de suciedad y visceralidad que le acompaña, finalizando así en el más absoluto horror para la muchacha protagonista. 



Morphia (2008)

Se trata de la adaptación de la obra autobiográfica del maestro de la literatura rusa Mikhail Bulgakov. Esta trata de la llegada de un médico a un pequeño poblado en el que fantaseará con la morfina hasta hacerse adicto. Aquí podemos hablar de una de sus obras más remarcables junto a Of freaks and men, en la que la torpeza y los pequeños detalles humanos, como el humor y la puesta en escena, se concentran dentro de una película muy humana. Pero combina estas con escenas escabrosas como las de una amputación o una traqueotomía.

Esta obra representa una crítica frontal a la medicina occidental que busca paliar el dolor con fármacos sin buscar sanar la procedencia del mal. Para el protagonista, el paliativo será la morfina, la cual le llevará más lejos de lo que le llevaría la enfermedad.




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